Somos ya aquello que nos ha tocado

21 de junio de 2014



Palabras de agradecimiento a la distinción como
Senior Fellow 
del Instituto Hemisférico de Performance y Política 
Universidad de Nueva York



Gracias al Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York por esta honrosa distinción. Gracias de veras a Diana Taylor, el motor y el corazón, la cabeza y la voluntad de este enorme y generoso proyecto que nos congrega y que se multiplica, no solo por sus ideas y su capacidad, sino además por ser capaz de contagiarnos; gracias a Marcial Godoy, por su inteligente manera de entender el compromiso de la universidad con la realidad y el buen humor con el que encara los retos cotidianos; al equipo de Hemi, un talentoso semillero de imaginaciones que trastocan los futuros y le ponen trabas a la tristeza derrotista; gracias, desde el bullicio que soy aquí adentro, a la revista e-misférica, por abrirme sus páginas, por permitirme pensar a la intemperie y balbucear los mapas de esta América nuestra tan herida y al mismo tiempo tan vital. Gracias y no…porque todo reconocimiento o distinción, obliga, es una deuda, es siempre un principio y no un final.

De mi padre, un republicano, exiliado español en México, aprendí que no se trabaja para recibir aplausos, sino porque una hace una apuesta por las y los otros, porque se sabe de antemano que el camino es rudo y que hay que poner todo, lo que tenemos y lo que pedimos prestado a nuestras propias fuerzas para seguir ahí, aquí, como todos ustedes, que no se rinden y no dejan que Leviatán y sus múltiples rostros nos convenzan de que no es posible traer un mundo otro. De mi padre aprendí que los premios pueden herir el corazón más templado y hacerlo blando y condescendiente, como si ya hubiéramos llegado y no, nunca se llega porque la vida se vive o no se vive y vivirla supone siempre un riesgo. Pero de mi madre, una chiapaneca, mexicana del sur profundo, aprendí que un reconocimiento es un abrazo, un premio es un beso al corazón y entonces, una, humildemente debe bajar la cabeza y aceptar que hemos caminado bien, que hemos estado ahí para otras y otros, sin afanes, sin pretensiones y una debe extender la mano y elevar la mirada para volver a mirar y volver a reconocer-se en esos que nos premian.

Desde esta encrucijada que me habita, el sol quemante del medio día castellano y la luz crepuscular del sur, acepto este reconocimiento como un reto y como un abrazo. El reto de seguir pensando y trabajando para traer ese futuro otro, uno el que cada persona pueda ser artista y artífice del cambio que requerimos con urgencia; el abrazo que significa sentir que somos y caminamos con otras y con otros, en esa búsqueda que nos lleva de lo insoportable a la lucha por reconocernos mejores y más dispuestos a abrazar a los otros.

Dice Diana Taylor en su libro negro de Performance, página 115: “Una misión del Instituto Hemisférico de Performance y Política, como lo sugiere el mismo nombre, es usar el arte para hacer política y reconocer la política como una forma de arte. Loas artivistas (artistas, activistas) en las Américas usan el performance para intervenir en los contextos, luchas, o debates políticos en que viven. El performance es la continuación de la política por otros medios”.

Y aquí estamos dispuestas y dispuestos a intervenir sin pedir permiso, sin agacharnos frente al poder, a levantar la voz y a usar los cuerpos, para luchar por todo aquello que nos interpela y nos afecta, en el sentido de los afectos y afecciones de Spinoza: somos ya aquello que nos ha tocado.
En los días que hoy comienzan, estaremos juntas, juntos, para dejarnos afectar y afectar con nuestras afecciones este mundo urgido del arte que implica la política bien entendida. Yo pido, yo suplico, yo imploro que seamos capaces de ser el mundo, de habitar el mundo, de hablarle al mundo, de sentir el mundo que hoy demanda, una estética de la urgencia y una política de los afectos. Vamos por todo porque todo va en juego.


Dedico este honroso reconocimiento a la memoria de mis padres y al futuro de mi nieta Aliah que a lo largo de sus diez años me ha enseñado cotidianamente que no vale rendirse, que no se puede bajar la guardia. Yo, los invito a caminar este camino, el de los retos y los abrazos….

De verdad, gracias, vamos a sacarle fuego a este Encuentro

Montreal, 21 de Junio de 2014


1 comentarios:

Andrea Carolina dijo...

La Gratitud siempre me ha atraido hasta apropiarla como una conducta personal. Me gusta tu manera de expresarla, recuperando las enseñanzas y tus aprendizajes aplicados en cada situación, de manera soslayada, ubícua y pertinente. Lo compartiré, porque otro futuro es posible, aquel que hacemos en el presente.

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