#29Nmx un día para celebrar

Vengo a darles las gracias

Hace casi un año la energía y la creatividad política en este país, fue contagiosa, poderosa, un flujo ininterrumpido de ideas, de emociones colectivas, de sueños compartidos, de acciones cotidianas. La irrupción de #YoSoy132 en mayo de 2012, en una esfera pública inmóvil, en una nación colapsada por la violencia, agraviada por una clase política que profundizó las heridas por la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la impunidad, fue bocanada de aire fresco, un encender la luz para que todas y todos pudiéramos reconocernos en el espacio público, indignados por las mismas causas, preocupadas por los problemas que en cascada nos habitaban de distintas maneras. Su canto a la democracia, su ya basta a la manipulación mediática, su entrada a la escena política para demandar debates de los candidatos a la Presidencia de la República no “arreglados”, ni manipulados, su digna necedad para aceptar de antemano unos resultados electorales largamente anunciados, volvieron evidente que en el país del “aquí no pasa nada” era un espejismo fabricado por quienes durante años y años han detentado el poder político, económico y mediático de la nación. México, estaba preparado para la llegada del #YoSoy132, aunque muchos piensen lo contrario.

Por eso hay muchas cosas para celebrar.

No aceptar el relato de un fracaso, no asumir que todo ese flujo movilizado terminó un primero de diciembre, atando así, de manera inexorable,  la biografía de esta gran convocatoria que ha sido #YoSoy132  a un calendario electoral y peor, al día terrible en el que los poderes propietarios decidieron usar su brazo represor. Atar la memoria del movimiento-red al almanaque del poder es aceptar el tiempo político de lo electoral y no el tiempo social de la invención de otro mundo posible; quedarse atrapados en el #1Dmx es invisibilizar los logros, la construcción colectiva, los aportes sustantivos al país y a un mundo movilizado. No, #YoSoy132 no debería atar su memoria a la tristeza, al dolor, a la impotencia; ese es el relato que los poderes quisieran instaurar y preservar; miedo y fracaso; dolor e impotencia.

Yo propongo en cambio celebrar el 29 de noviembre de 2012, esa jornada épica, de brigadeos, conversaciones, marchas creativas; cuando esas y esos jóvenes que pusieron a reflotar en otros lenguajes las palabras “movimiento estudiantil”, “democracia”, “organización horizontal”, “información para evitar la manipulación”. Propongo celebrar la capacidad tecnopolítica de hacer hablar las redes, de sacarles fuego estético y ético; propongo celebrar su capacidad de ocupar la calle, de sus #TuitsCallejeros, de sus performances, de su generosidad para abrirle la compuerta a otro uso del espacio público; propongo celebrar que fueron ustedes los que ayudaron a frenar la que se conoció como “ley televisa”; propongo festejar  que ustedes fueron capaces de traer esperanzas a las y los desesperanzados; propongo instaurar en la memoria el día #29Nmx como la jornada en la que se desvelaron, hicieron mantas, se prepararon, se acompañaron, se dijeron cosas, se enamoraron y el día en que supieron finalmente, de qué estaban hechos. Del #Nunca+unMéxicosinNosotros al #YoSoy132. Nunca como hoy, jóvenes movilizados hoy en cada una de las derivas del movimiento, ha sido tan importante que estén más allá del guión prescrito de los poderes.

Nunca como hoy ha sido tan importante reconocer-nos y avanzar hacia lo que deseamos, un país, una sociedad, un mundo justo, equitativo, democrático, alegre.

Nunca como hoy, México los ha necesitado tanto. Que se preserve en la memoria el #29Nmx como el día que marcó la diferencia. #Nunca+unMéxicoIgual.
¿Celebramos?